Puede personalizarse para cada tipo de tumor, estimulando el propio sistema inmunitario del paciente. Fue desarrollada por científicos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
Científicos de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, desarrollaron un tipo de bacterias probióticas que pueden programar el organismo humano para destruir las células cancerosas.
Según indicó la institución en un comunicado publicado esta semana, el descubrimiento abre la puerta a una nueva clase de vacunas microbianas contra el cáncer que pueden ser personalizadas para atacar el tumor primario y las metástasis de cada individuo, e incluso prevenir futuras enfermedades.
Los primeros estudios se realizaron en ratones con una forma agresiva de cáncer colorrectal y melanoma. La vacuna estimuló el sistema inmunitario de los roedores, suprimiendo el crecimiento de tumores primarios y metástasis, e incluso eliminándolos por completo en muchos casos, sin dañar las células sanas del organismo.
La vacuna bacteriana puede ser personalizada para cada tipo de tumor, puesto que cada cáncer es único, con distintas mutaciones genéticas.
"Programando bacterias que dirijan el sistema inmunitario hacia estas mutaciones específicas del cáncer, podemos diseñar terapias más eficaces que estimulen el propio sistema inmunitario del paciente para que detecte y elimine sus células cancerosas", afirma el doctor y profesor Nicholas Arpaia, que dirigió la investigación.
Los científicos también afirman que este enfoque puede tener mayor éxito que las vacunas terapéuticas contra el cáncer basadas en péptidos, ya que las vacunas bacterianas permiten administrar una concentración de fármacos superior a la tolerable directamente al tumor y modular localmente la estimulación del sistema inmunitario.
Las bacterias se han utilizado en el tratamiento del cáncer desde finales del siglo XIX, cuando William Coley, cirujano del Hospital de Nueva York, observó la regresión tumoral en algunos pacientes a cuyos tumores inoperables se les inyectaron bacterias. Las bacterias todavía se emplean como terapéutico en la actualidad en pacientes con cáncer de vejiga en etapa temprana.
Los investigadores saben ahora que algunas bacterias pueden migrar de forma natural a los tumores y colonizarlos, donde pueden prosperar en un entorno a menudo privado de oxígeno y provocar localmente una respuesta inmunitaria. Pero, utilizadas de esta forma, las bacterias no suelen controlar ni dirigir con precisión la respuesta inmunitaria para atacar el cáncer.
“Estas cualidades por sí solas no suelen dar a las bacterias suficiente poder para estimular respuestas inmunes capaces de destruir un tumor, pero son un buen punto de partida para construir un nuevo dominio de terapias contra el cáncer”, afirma Arpaia.
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