C omenzó el verano, los días se alargan y se hacen más frecuentes las reuniones sociales en familia o entre amigos. En los adultos mayores, la sociabilización es un factor muy relevante para mantenerse activos y preservar su salud mental y emocional, sin embargo, quienes padecen hipoacusia pueden experimentar una sensación de exclusión que impacta en su autoestima. Especialistas en esta materia destacan de qué manera el entorno debería acompañar a una persona con pérdida auditiva en su integración, así como porqué la detección y tratamiento son clave para mejorar la calidad de vida.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud a nivel mundial, una de cada dos personas mayores de 60 años tiene problemas auditivos. Como contrapartida, la expectativa de vida aumenta a un ritmo constante. "Desde el punto de vista médico, los profesionales de la audición insistimos mucho, no solo al paciente sino a su familia, sobre la importancia de hacer una consulta rápida ante los primeros síntomas de pérdida auditiva, ya que esto nos permite evaluar alternativas y propiciar una mejor adaptación, teniendo en cuenta que hoy existen soluciones auditivas muy diversas y específicas con excelentes resultados", señala el Dr. Diego Gutiérrez, otorrinolaringólogo y referente de Med-el, y detalla que la aparición de zumbidos o la dificultad de entender en un ambiente con ruido, son algunas de las señales de alerta más comunes.
El AdHear, los implantes cocleares, el implante de conducción ósea y el implante de oído medio son las opciones más avanzadas para tratar los distintos tipos de hipoacusia conductiva, neurosensorial y mixta. En Argentina, los implantes auditivos forman parte del Programa Médico Obligatorio y toda persona que cuente con obra social o pre-paga debería tener acceso al 100% de su cobertura.
Cuando un adulto mayor o cualquier persona con un implante auditivo es convocada a una reunión social, las personas que lo acompañan pueden incorporar simples gestos que contribuyen a su inclusión:
Introducir el tema que se va a tratar, porque esto favorece la confianza y la sociabilidad.
Hablar cerca y en dirección al implante, de forma clara, pero sin gritar.
Hacer preguntas y no interrumpir a la persona implantada cuando expone una anécdota u opinión.
Acompañar la charla de gestos para reforzar la comunicación no verbal y generar empatía.
Para conversaciones grupales, tener la deferencia de posicionar a la persona con implante auditivo en un lugar en donde pueda ver las caras de todos los participantes. Idealmente, hay que evitar la superposición de voces y propiciar una charla en donde se tome la palabra de a uno por vez.
Elegir ambientes tranquilos, en los que no haya demasiado ruido.
Estos y otros consejos están disponibles en el sitio web www.volve raescuchar.com, donde las personas implantadas comparten sus testimonios y expertos en pérdida auditiva de diferentes puntos del mundo acercan noticias, novedades e información útil para mejorar la vida social y la salud desde una mirada integral.