Cuando se prende un cigarrillo se activan más de 40 carcinógenos entre los 4.000 químicos contenidos en el tabaco, que en estado de partícula o gaseoso, se depositan en las vías aéreas.
La AAOC indicó que la combinación del tabaquismo con el consumo de alcohol también incrementa notoriamente el riesgo de tumores en la vía aérea y digestiva alta.
También, entre un 13 y un 22% de las mujeres que fuman en el embarazo tienen riesgo concreto de perderlo, padecer efectos placentarios, alta incidencia de bebés prematuros, defectos en el nacimiento, bajo peso o bebés con riesgo de muerte súbita.
En tanto, los bebés que se crían en un ambiente fumador son más propensos a desarrollar enfermedades respiratorias, infecciones auditivas y asma.