El yogur es, sin lugar a duda, un alimento saludable para toda la familia, debido a que aporta una gran cantidad de nutrientes, como proteínas de alto valor biológico, es muy rico en calcio, vitaminas A y D, y posee excelentes cualidades gastrointestinales, es decir se digiere fácilmente
Si además es adicionado con probióticos, sus beneficios se potencian. El yogur con probióticos es un alimento que brinda 10 mil millones de bacterias por porción y numerosas propiedades para nuestro organismo. El yogur es un alimento fermentado que se obtiene a partir de la acción de diferentes bacterias (s treptococcus termophilus y Lactobacillus bulgaricus) que transforman una parte de la lactosa de la leche en ácido láctico y se produce un aumento de la consistencia por coagulación de sus proteínas.
Nuestro sistema digestivo está colonizado por toda una serie de bacterias que forman un grupo complejo llamado microbiota intestinal. Estas bacterias viven en simbiosis con nuestro intestino en un delicado equilibrio que puede verse afectado por la alimentación, el estrés, las enfermedades, o algunos medicamentos. El consumo de alimentos con probióticos contribuye a mantener este equilibrio.
El consumo de yogur con probióticos ayuda a mantener la buena salud digestiva. “Los microorganismos que encontramos en el yogur son capaces de enriquecer la microbiota intestinal (flora intestinal). Los microorganismos más habituales utilizados como probióticos son cepas de los grupos de bacterias Lactobacillus (son bacterias que se asocian al normal funcionamiento del sistema inmune. Se ha demostrado que los probióticos reducen la inflamación, que está relacionada con varias afecciones médicas que van desde infecciones virales hasta trastornos intestinales.), Bifidobacterium (Son bacterias que contribuyen a la salud digestiva, ayudan a la digestión y se ha demostrado que reduce los síntomas del síndrome de intestino irritable; también ayuda a regular el tránsito intestinal).
Los probióticos ejercen sus efectos sobre la salud por diferentes vías, una de las más comunes es la producción de ácidos orgánicos (p. ej., láctico y acético) en el colon, donde fomentan un entorno saludable, inhiben los microbios «enemigos» y estimulan la presencia de otros microbios amigos.
De acuerdo con los estudios, aunque el consumo de una cepa probiótica solo aumente de manera pasajera la cantidad de esa cepa en la microbiota, puede proporcionar beneficios para la salud.
Las investigaciones han revelado que la microbiota intestinal de las personas sanas se diferencia de la de las personas enfermas. Se sabe que los microbios colonizadores integrantes de esa comunidad responden a la dieta, incluso a dietas con microorganismos vivos que forman parte de los alimentos fermentados.
En términos de composición nutricional, el yogur es muy similar a la leche, aporta proteínas que son de alto valor biológico. La principal que encontramos es la caseína (80 % proteínas) que contribuye a facilitar la digestión.
Otra de las propiedades nutricionales importantes que nos aporta el yogur es el calcio; el mineral más importante para el crecimiento y desarrollo; nos ayuda a la formación y mantenimiento de huesos y dientes.
El principal azúcar de los lácteos es la lactosa. Para la digestión de la lactosa se precisa la lactasa, enzima segregada por las células de la mucosa intestinal. Pero la lactosa durante la fermentación del yogur se transforma en ácido láctico, facilitando su digestión y además la acidez producida favorece el desarrollo de la flora intestinal y ayuda a controlar la aparición de numerosas enfermedades intestinales como indigestiones, flatulencias, diarreas, etc.
También aporta un alto contenido de vitamina A, D y del grupo B, y minerales como Magnesio y Fosforo, esenciales para números procesos biológicos
La evidencia científica apunta hacia el papel cada vez mayor de los alimentos probióticos como promotores de la salud. El consumo de productos lácteos fermentados fomenta cambios en la composición microbiana intestinal que se asocian con una mejora de los marcadores inflamatorios, hormonales y cardíacos. Sin dudas, el yogur potencia las bacterias amigables de nuestra microbiota intestinal. Una microbiota saludable y diversa contribuyen a un buen estado de salud en general y podría tener efectos metabólicos a largo plazo ya que podría contribuir a prevenir enfermedades no trasmisibles (ENT) como diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
Lic. Mónica Sandler, Gerente de Asuntos de Salud de Marketing. Danone Argentina - Matrícula profesional M.N 5551