Recientes estudios replantean a la comunidad médica si la dieta hipocalórica tradicional debe considerarse la mejor opción para perder peso. El estudio demuestra que a 2 años el método pronokal supera en más del doble la cantidad de kilos perdidos en comparación con la dieta hipocalórica convencional (-12,5 kg. vs. 5,2 kg. respectivamente).
Esta es una de las principales conclusiones del estudio ProKal, que recientemente ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Endocrine. Tras 2 años de seguimiento, el estudio ha mostrado el éxito a corto y largo plazo del método pronokal frente a la dieta hipocalórica convencional, tanto en la cantidad, como en la calidad de pérdida de peso y seguridad de tratamiento.
Este estudio demuestra que una pérdida de peso rápida no es sinónimo de una rápida y mayor recuperación posterior o lo que popularmente se conoce como “efecto rebote”. Al contrario, según los resultados mostrados por el estudio, se corrobora lo que algunas investigaciones reciente ya mostraban y es que una pérdida de peso inicial rápida es un buen indicador de mejores resultados a largo plazo.
Con este método no sólo se consigue una pérdida de peso en cantidad, sino en calidad, ya que logra reducir 3 veces más grasa visceral que el grupo control, o lo que es lo mismo, 0,7 kg. menos.
Se trata de la grasa situada en la barriga, que por su localización es metabólicamente activa y muy perjudicial para la salud, ya que altera el colesterol, los triglicéridos y sube la presión arterial, entre otras cuestiones. Su reducción, supone una mejora específica en este ámbito, repercutiendo directamente en la salud general del paciente, especialmente a nivel cardiovascular.
La primera parte está basada en la aplicación por parte del médico de la dieta proteinada, una dieta muy baja en calorías y grasas, pero que mantiene el aporte de proteínas justo que el cuerpo necesita. De esta forma, el paciente entra en una cetosis controlada a las 24-48horas de iniciar el tratamiento, un proceso natural del organismo mediante el cual el cuerpo pasa a obtener la energía de sus reservas de grasa. Este proceso es el que logra esa pérdida de peso rápida, eficaz y de calidad, que no consigue la dieta convencional.
“En la actualidad asistimos a un cambio de paradigma en cuanto a la composición de la dieta adecuada”, explica el Dr. Alejandro García, médico endocrinólogo argentino (MN 87.061) “no solo para el descenso de peso, sino también en las indicadas en diferentes patologías como la diabetes, dislipemia e inclusive en la dieta diaria considerada saludable, incorporando a la misma más proteínas y disminuyendo los alimentos con alto índice glucémico, como los derivados de los alimentos ultra procesados. La ventaja del método radica en el descenso rápido, lo cual se ha demostrado que logra más adherencia de los pacientes a continuar con el plan y a que en el acompañamiento del paciente a largo plazo, por lo menos de 18 a 24 meses luego de lograr su peso deseado, modifique los hábitos alimentarios que lo llevaron a engordar y se mantenga en peso”.