Romina Atencio es coach y mentora de mujeres y parejas. Para cualquier consulta, comunicarse al correo electrónico [email protected]. Instagram: @diosalmica. YouTube: @rominaatenciocoaching.

Ya sabemos que somos energía. Lo que por ahí no sabés es que la energía se comporta diferente de acuerdo a la vibración sonora a la que se somete. Cuando hablamos, cantamos, o escuchamos música, nuestro cuerpo, que es energía, está sometido a determinadas vibraciones que poco a poco van modificando la materia. Existen frecuencias vibracionales que producen impacto positivo (Sanador) en nuestro cuerpo, y otras que por el contrario, pueden enfermarnos.

Las palabras que emitimos al hablar, que son sonidos con determinado tono y volumen, tienen una vibración determinada y si es vibración, también es energía. La energía del sonido afecta cada una de las moléculas que conforman nuestro cuerpo. La vibración acomoda la materia y lo vemos en la cimática, una nueva ciencia que demuestra en términos sencillos que las ondas de sonido se hacen visibles a través de los diseños que forman. A dichas formas se les conoce como las “figuras geométricas de Chladni”.

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Estas figuras se van formando a medida que sometemos la materia a determinadas frecuencias vibratorias, lo que prueba que la materia se modifica. Es decir, las células se alteran o se calman al entrar en contacto con determinadas frecuencias. Los ruidos de la ciudad, suelen afectar negativamente nuestras células, mientras que los de la naturaleza, suelen ser relajantes.

Ahora bien, ¿cómo es que podemos enfermarnos con sólo hablarnos? Para explicar este tema, y además ayudarnos a no enfermarse e incluso hasta sanar con nuestras propias palabras, hemos consultado a una experta en vibración del sonido y energía, Vilma Ruiz. Vilma es locutora nacional, y profesora en la carrera de locución que se dicta en San Rafael, Mendoza y terapeuta holística. Con el tiempo, gracias a su trabajo cotidiano con su propia voz y el entrenamiento en la voz de otros, así como gracias a su experiencia con el manejo de energía en sus diferentes terapias holísticas, como el Reiki, ha logrado no sólo descubrir cómo la vibración de nuestras palabras afectan nuestra salud, sino que también ha aprendido cómo ayudarnos a cambiar la forma en la que nos hablamos para poder vivir más saludablemente.

-Vilma, ya sabemos que las palabras cargan con energía, pero la intención de nuestras palabras, ¿puede modificar nuestro cuerpo?

-Claro! Nuestro cuerpo es vibración y los órganos que tenemos son vibración. Los pensamientos que tenemos son vibración también. Todo nuestro cuerpo es vibración. Los pensamientos dan la intención. Todo eso lo fui entendiendo después de haber hecho una carrera relacionada con la voz, y después de haber tomado clases de reiki empecé a ver en mi propio cuerpo cómo cambiaba la vibración. A partir de que empecé a mirar mis pensamientos y hacer un camino personal, comencé a observar esto. Con un trabajo junto con la fonoaudióloga, comencé a prestarle atención al tono con el que hablamos. El trabajo de prestar atención a la entonación me trajo el entendimiento de que según la entonación podemos o no conectar con mas facilidad con determinadas emociones.

Romina Atencio

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-Pero entonces ¿el tono con el que nos hablamos también nos afecta?

-Por supuesto. Nuestro tono que en general, ocurre que si tenemos hermanas primas o familiares, de contexto parecido, usamos el mismo tono, porque resuena el aire en nuestras cavidades de forma similar. Solemos imitar los tonos de voz que tienen nuestros padres. Venimos de un contexto donde aprendimos que se habla de esa manera. El aprendizaje del habla se hace desde que somos muy pequeños. Y ese aprendizaje, se da muchas veces por imitación. Por ejemplo, mi papá tiene la voz grave, pero mi mamá tiene la voz de media a aguda. Entonces yo lo que hice fue imitar a papá. Como a mí me gusta mucho su forma de ser, busco imitar el tono de voz que tiene él; pero no puedo olvidarme que mi cuerpo es una fusión entre mamá y papá. Entonces, mi contextura física, donde golpea el aire que sale de mi cuerpo, por ejemplo en los senos paranasales, en el pecho y demás es una combinación en nuestro cuerpo le da una tonalidad particular. Sin embargo, yo puedo cambiar el tono de mi voz trabajándolo.

¿Qué beneficios obtengo al cambiar el tono de voz?

-El tono, la melodía, la cadencia de nuestra voz, impacta en nuestro día a día. Si yo hablo de forma más aguda, suelo acelerarme. Sí yo hablo más lento, menos agudo, suelo darle más tiempo al aire para que salga, y eso me da tiempo de pensar lo que voy a decir, le da tiempo al cerebro para acomodar ideas, y me calma. Al trabajar mi tono, para separarme de lo aprendido en la infancia, rompo patrones también.

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-¿Y en cuanto al contenido?

-Es muy importante. Y combinado con el tono, nos otorga sentido. Los mandatos, que son aprendidos, vienen inculcados en la forma en que nos tratamos. Y esto también podemos trabajarlo desde la vibración del sonido. Podemos cambiar lo que nos decimos y cómo lo decimos para bajar niveles de ansiedad por ejemplo y vivir mucho mejor!

-¿Cómo podemos hacer para trabajarlo?

-Las sesiones de coaching vocal y energético son presenciales o a distancia. Se pueden trabajar temas como autoestima, la postura, la vergüenza, etc. Si quieren tener una sesión conmigo, me pueden llamar al +54-9-2604-319891 o al instagram @lavibraciondelsonido.

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