Salud
El propósito de vivir de manera más saludable se corresponde con los ejercicios y con una necesaria ingesta antes de emprenderlos. Sin embargo, hay muchas discusiones en relación a las proporciones. ¿Y si no contamos con el tiempo necesario?
Sabemos que el desayuno es la comida más importante del día, pero cuando se hace ejercicio físico por la mañanas, a veces no sabemos si desayunar antes o después.
No siempre es posible levantarse con tanto tiempo como para hacer caso a los especialistas que aseguran que hay que desayunar dos horas antes de hacer ejercicio. Por otro parte, sabemos que el desayuno está considerada la comida más importante del día y que la alimentación es vital a la hora de poner el cuerpo en movimiento. Además, por un lado hay estudios que afirman que entrenarse en ayunas impulsa la pérdida de peso, pero también hay otros que resaltan los beneficios de comer para lograr un mejor rendimiento ¿qué hacer entonces?
El desayuno puede variar mucho de una persona a otra, pero lo que está claro es que para hacer ejercicio se deben evitar alimentos difíciles de digerir. Los especialistas aconsejan que para una persona con un índice de masa corporal normal y con una rutina de actividad física regular, de unas tres a cinco veces por semana, es imprescindible ingerir algo de comer antes de hacer ejercicio, y que el tipo de alimento y la cantidad puede variar dependiendo de la actividad física que se va hacer.
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Hay que tener en cuenta que cuando nos levantamos, el organismo viene de un ayuno de 8 horas aproximadamente, y someterlo a ejercicios sin ingerir nada, es someter al cuerpo a un estrés innecesario y que puede ser contraproducente. Al levantarse es necesario ingerir algo para que el organismo pueda funcionar correctamente. Asimismo es muy importante la calidad de lo que se consume, es decir, qué tipo de alimentos son los recomendados para desayunar si después vamos a realizar actividad física.
Para una persona considerada normal, el beneficio de un entrenamiento en ayunas para reducir el peso es contradictorio. Sin una alimentación adecuada lo que se logrará es que el ejercicio resulte más difícil de lo que debería ser y que la persona no quiera hacer más ejercicio.
Los especialistas aseguran que las personas deberían desayunar unas dos horas y media antes de someter al cuerpo a una rutina de ejercicios, pero sabemos que esto es imposible para la mayoría de las personas. Por eso, recomiendan una pequeña ingesta unos 30 minutos antes de la actividad física con alimentos que no sean difíciles de digerir. La mayoría de la gente busca estar sana y activa físicamente, para eso es imprescindible una alimentación de calidad.