¿Cuántas veces se dice y se oye la palabra “bondi” para referirse al colectivo? Sin embargo, no es tan conocido que ese vocablo viene del brasileñismo "bond", que surge en Río de Janeiro en 1876 y su origen aludía al tranvía.
Otro caso muy popular es o "pilcha” para hacer referencia a la ropa, sin saber que esa palabra viene del araucano "pilcha" (arruga).
El lunfardo es un producto de las lenguas de las corrientes inmigratorias de finales del siglo XIX y principios del XX y nace en el hacinamiento de los conventillos por la necesidad de comunicarse. Pero sería tiempo después que a este tipo de habla popular se lo conocería como “lunfardo”.
El 5 de septiembre de 1953 aparece el libro “Lunfardía”, del escritor argentino José Gobello, que rescata un conjunto de palabras y modismos que convierten al lunfardo en un hecho lingüístico.
Daniel Antoniotti, escritor de "Lenguajes cruzados -Estudios culturales sobre tango y lunfardo-" y "Voces de aquí nomás -aproximaciones tangueras, lunfardescas y lingüísticas-", explicó que es aquello que no sería lunfardo: “El lunfardo no es ni una lengua ni un dialecto” y agrega que “es un vocabulario de oposiciones. Un vocabulario que está en permanente tensión con el español estándar”.
El licenciado en Letras, profesor titular de la materia Lunfardo en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, Oscar Conde, explicó sobre el crecimiento de las palabras del lunfardo : “Me parece que no, eso es relativamente parejo” pero aclaró que “Lo que tiene que quedar en claro es que salvo las palabras que tienen que ver con avances tecnológicos o con descubrimientos científicos, las palabras nuevas el 99,9 % las inventan pibes menores de 25 años, siempre es así y siempre fue así. Son los jóvenes los que inventan palabras”.
“Los tipos de 60 años -edad del catedrático- no inventamos palabras que se puedan imponer en ninguna parte. Son los jóvenes, eso forma parte de un proceso vital que tiene mucho que ver con la adolescencia, con jugar con el lenguaje, con tomar el lenguaje como lo que es… un elemento lúdico”, sentenció el autor del Diccionario Etimológico del lunfardo.
“El lunfardo tiene un gran componente de eso, como cualquier argot tiene básicamente dos objetivos aunque los hablantes no lo sepan: un objetivo es crear comunidad, crear identidad entre el grupo usando las mismas palabras y eso después va creciendo. Sí es una ciudad que tiene influencias en el resto del país, muy probablemente esa palabra terminé difundiéndose a todo el país” afirmó y finalizó con que “Lo otro es el aspecto lúdico del lenguaje. Es un aspecto jodón como confianzudo con el lenguaje. Que el lenguaje sea divertido”.
Pero las nuevas palabras del lunfardo no solo se plasman en el día a día de los argentinos, sino que también se ven en las letras de los temas musicales también, entre otras manifestaciones artísticas.
La licenciada en Letras y soy docente de la UBA, de la UNGS y de la UNA, Andrea Bohrn, explica que el lunfardo no solo se ve reflejado en el tango (como fue en su origen) sino que se adaptó a otros géneros musicales.
“Aparecen lunfardismos en el tango. Oscar Conde llama al vínculo entre el lunfardo y el tango 'un vínculo perdurable' y así es: el lunfardo se sigue usando en el tango”, mencionó la licenciada.
“También aparecen lunfardismos en el rock, en la murga, en la cumbia, en el freestyle y en la cumbia villera. Las letras de Wos, de L-Gante tienen varios lunfardismos”, finalizó Bohrn.
Tomando como ejemplo la canción “BZRP Music Sessions #38” realizada por L-Gante y Bizarrap encontramos algunos ejemplos de lunfardo como:
“Andamos con el Biza, en la villa, un tintín”, en esta frase la palabra “tintin” hace referencia al vino tinto.
“Cero berretin” acá el término “berretin” no significa ‘capricho’ como en el tango sino una “actitud provocadora”
Como puede verse, los lunfardos -el original y sus actualizaciones posteriores- están en la vida de los argentinos, en cualquier ámbito o lugar. Es un modo de hablar, de expresarse, que está y estará vigente por muchos años más, uniendo los términos “antiguos”, los originales y los más “nuevos”, creados por los jóvenes.
Investigación y redacción: Rodrigo "El Rayo" Vázquez