De origen inglés, le debe su nombre a uno de sus lances, en el que tiene un destacado papel el rey de corazones. El juego alterna las rondas en las que se ganan puntos con las de tanteo negativo, en las que se pierden puntos por llevarse bazas que contengan determinadas cartas.

El objetivo del juego consiste en hacer tantas bazas como se pueda cuando éstas tienen un valor positivo, y no acumular puntos negativos para obtener el tanteo final más alto. En el juego normal del king participan 4 jugadores, y cada uno de ellos juega para sí mismo.

El orden de las cartas, de mayor a menor, es: as (A), rey (K), dama (Q), jota (J), diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres y dos. Este orden sirve para establecer la carta ganadora en una baza: el as gana a todas las cartas del palo y el dos es ganado por todas. El king es básicamente un juego de bazas. En su turno, cada jugador echa una carta. Sólo el primer jugador es libre de escoger la carta que juega en esa baza.

El resto de jugadores tiene la obligación de asistir, es decir, jugar carta del mismo palo. Sólo en el caso de no poder hacerlo se puede jugar una carta cualquiera. En ningún caso es obligatorio montar o asistir con carta superior, fallar o jugar triunfo, matar o jugar un triunfo superior al anterior, o refallar o jugar triunfo cuando ya lo ha hecho otro jugador.

El primer lance es el de no bazas. Saldrá el jugador mano, que en la primera ronda será el de la derecha del dador, y los siguientes jugadores echarán su carta, asistiendo si tienen del palo o descartándose de las cartas altas de otros palos si no tienen. El jugador que se lleve la baza, por haber jugado la carta más alta del palo de salida, la recogerá y la colocará ante sí. Este jugador será el mano para la siguiente baza. El proceso se irá repitiendo hasta haber jugado las trece cartas de la primera mano. Al término del lance se anotarán las bazas que cada jugador se haya llevado.

Se recogerán las cartas y el mismo dador de la mano anterior dará esta segunda, que será la primera recuperación. Como no ha corrido el turno de reparto, el jugador mano, que ahora tiene que elegir el palo de triunfo, será el mismo.

Tras las posibles ventas del palo de triunfo, se anunciará éste, y el jugador mano echará la primera carta para iniciar la baza, independientemente de quien haya declarado el triunfo. Después de jugadas las trece bazas, se procederá a la anotación de las que haya ganado cada jugador.

El juego proseguirá de este modo, con dos repartos por jugador, uno para el lance negativo y otro para la recuperación. Al final de este lance, sí pasa la mano para el último reparto destinado a la disputa del lance de las dos últimas.

Después de cada juego parcial y antes de recoger las cartas, se procederá a la anotación de los puntos, positivos o negativos, conseguidos por cada jugador. Al final de los diez juegos parciales se procederá a realizar dos sumas, una de los puntos positivos y otra de los negativos.

Compensadas entre sí, ganará la partida quien más puntos positivos tenga. Si las operaciones están bien hechas, la suma de todos los puntos finales es igual a cero.