Nos dice el gnomo Cromox: algo nos iguala y nos diferencia cada día: los colores. Todos vestimos ropa de diferentes colores, que elegimos. Y eso tiene mucho que ver en nuestros estados de ánimo. Desde la antigüedad se ha observado que los colores son capaces de influir, positiva o negativamente, en la naturaleza humana, al reactivar los centros vitales del cerebro lo cual ha logrado su aplicación en la medicina india, china, tibetana y egipcia.
Blanco: a pesar de no ser un color, siempre se ha tenido, al blanco, como símbolo de pureza y limpieza aunque en ciertos casos puede generar una sensación de vacío y frialdad. Está ligado a la Luna y al signo de Cáncer. Las personas que escogen el blanco como su color preferido denotan su naturaleza cuidadosa de los detalles.
Verde: es el color de la naturaleza e infunde esperanza, confianza y paz. Se vincula con el planeta Venus. Las personas que escogen este color como su predilecto, son sentimentales y están llenos de compasión. Sin embargo, se inclinan por querer vivir sin complicaciones y si no triunfan como debieran, culpan a todas las cosas y a todo el mundo, excepto ellos mismos.
Amarillo: el amarillo ha sido muy difamado por ser el color del azufre y por la creencia popular que Judas vistió de amarillo en la última cena por lo que se relacionó con la falsedad y la traición. Se vincula con el signo Leo. Como color preferido, el amarillo denota una naturaleza discreta y creativa.
Naranja: según los orientales este color estimula la concentración mental e incluso los monjes budistas visten con una túnica de dicho color. Es también el símbolo de la salud y da una sensación de unidad, fraternidad e igualdad.
Rojo: el rojo es el más popular de los colores e, incluso, ha sido el favorito de las tribus primitivas y personas de gran mentalidad. En China es considerado de buena suerte e infunde ardor, calor, fuerza y combatividad. Se vincula con el planeta Marte y con el signo de Aries.
Rosa: tiene la actividad del rojo, pero indica una naturaleza tan suavizada que los celos y el rencor no son parte de ella. En cuanto a los matices del rosado, entre más oscuro tirando a pardo o negro, más debe ser controlada su violencia.
Azul: es un color de poderosa influencia vibratoria que mezcla la sensibilidad con el fervor. El azul es el color de Júpiter y se vincula a los signos de Sagitario y Piscis. Las personas que tienen el azul como favorito poseen como característica el equilibrio, la sabiduría y la agudeza en los negocios.
Celeste: el celeste es un color verdaderamente delicado, escogido por personas generosas quienes desprecian las cosas mundanas y se dedican a causas nobles y a su realización espiritual. Es el color de los nacidos en el signo de acuarios y trae suerte y protege en las adversidades.
Violeta: es un color de la grandeza e importancia. Como el azul, este color tiene altos ideales, pero el violeta es más dado al ritual que a la devoción. El violeta se vincula al signo Escorpio. Las personas que les gusta el color violeta buscan la elevación espiritual, la meditación y el saber y no temen a la idea del sacrificio y de las privaciones.
Gris: es un color engañoso ya que quienes lo prefieren parecen ser conformistas, pero a menudo están simplemente en espera del momento oportuno para lograr sus propios intereses a expensa de otros
Negro: ha sido considerado, desde la antigüedad, como portador de tristeza, luto y desesperación. Sin embargo, es también, símbolo de formalidad, convención y de dignidad. En el plano astrológico, el negro es el color perteneciente a Saturno que rige Capricornio.