San Mateo, cuya fecha de conmemoración es el 21 de setiembre, nació en Cafarnaún, es uno de los doce apóstoles y autor del primer Evangelio, escrito en lengua aramea. Su prédica la llevó a cabo en todo Oriente, y siempre vivió en la zona del lago de Galilea. Es hijo de Alfeo y ejercía el oficio de recaudador de impuestos. Cuando Jesús pasó por el puesto de aduana en donde se desempeñaba Mateo, le pidió que lo siguiera. Entonces Mateo abandonó todo y continuó junto a Jesús. Mateo era un hombre rico, disfrutaba de un sueldo importante, era sabio y prudente, y entendía perfectamente lo que le significaría seguir a Jesús. Sin embargo no tuvo dudas y dejó todos sus intereses y relaciones para hacerse discípulo de Jesús. Después de la ascensión de Jesús, San Mateo predicó por varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Poco tiempo antes de la separación, escribió su evangelio, una pequeña historia de Jesús como Redentor. San Mateo es considerado protector de los funcionarios dedicados a las finanzas e impuestos, de las aduanas, las casas de cambio y de los contadores, precisamente por ser ésa su primera condición antes de dedicarse a la prédica cristiana luego de la Ultima Cena, a la que asistió y de la crucifixión de Jesús.