El dirigente precisó que "las ventas están amesetadas, se quedaron hacia abajo, un 30 por ciento menos en relación al año pasado. La gente busca segunda marcas y el precio más barato".
En tanto, el titular de los almaceneros, dijo que "seguimos resistiendo los tiempos difíciles, son difíciles pero no imposibles de superar".
"Notamos las penurias"
Posteriormente Imbroiniso dijo que "hemos vuelto al pasado que creíamos haber dejado atrás, porque no llegan a fin de mes muchas familias y vemos cómo cambian de hábitos en las comidas, preguntando los precios y comprando lo más económico. Piden un artículo, y más tarde vuelven y compran otro. Así notamos las penurias de muchos vecinos".
Luego detalló que ante la complicada situación "nuestro sector tuvo la iniciativa de facilitarle la posibilidad de comprar un producto al vecino y anotarlo, por eso volvió la libreta a las almacenes siempre en base a la confianza".
Asimismo, no olvidó que "en un supermercado o gran cadena comercial no se puede hacer eso, llegás a la caja y si no te alcanza la plata, retiran la mercadería. En los mostradores de los barrios, si conocen a sus clientes, no pasa eso. Nosotros hacemos el aguante".
En ese sentido, dejó el siguiente mensaje: "Sugiero que los minoristas debemos ser considerados en estos momentos y ser solidarios con amigos, vecinos y clientes".
Queja por venta callejera
Por otra parte, consideró que "la cantidad de almacenes en Avellaneda no se pueden calcular, depende de las habilitaciones, hay bocas de venta por todos lados, en quioscos, eso responde a necesidades, pero no debería ser así".
A continuación se quejó por la venta en las calles, al advertir que "hay gente que se pone en las veredas a vender cualquier cosa, menos pueden ser alimentos, nosotros estamos en contra de esa irregularidades de los vendedores circunstanciales".
El Centro de Almaceneros de Avellaneda cuenta con 400 socios, y en octubre cumplirá 90 años.