Los famosos Siete Puentes de Avellaneda, que unen los barrios de El Pueblito y 4 de Junio, se ha transformado en una oscura frontera que sólo se cruza en colectivo, pese a su pintura, alambrado y luminarias, por la inseguridad reinante.
Es el puente que une Gerli Este con Piñeiro y donde la gente del lugar ha quedado desde hace tiempo aterrada y ni quieren hacer denuncias por miedo.
Pero no es la única zona de Avellaneda atacada por motochorros, bandas y ladrones de coches, los reclamos en Piñeiro se han suscitado más este verano y ayudados por los cortes de energía, ya la situación se ha tornado insostenible.
Convocatoria
Así, los denominados Vecinos en Alerta, convocaron para el próximo jueves desde las 19.30, a una reunión vecinal “para exigir a las autoridades soluciones ante los hechos de violencia en Villa Pobladora.
El encuentro, para escuchar testimonios y propuestas, será en la Sociedad de Fomento San Martín sita en Uruguay 961.En todo el sector hay cada día un hecho. Por ejemplo, contaron los vecinos que “una mañana 2 chicos y 2 chicas, de entre 16 y 18 años, en motos robaron por Garibaldi e Hipólito Yrigoyen y en la zona de Perú y México a personas que iban caminando, sobre todo a gente joven. Tienen una 45, y la que la usa es una de las chicas que además, tiene una agilidad sorprendente”.
600 metros desiertos
En cuanto al puente Agüero, como otros vecinos llaman al cruce, durante el día el lugar aparece desierto de peatones. Nadie se atreve a cruzar a pie los 600 metros en los que la calle Crisólogo Larralde se eleva por encima de las vías. Es que los vecinos y comerciantes evitan un territorio donde los delincuentes emboscan a los desprevenidos, en una verdadera trampa sin escapatoria entre hierros y alambrado.
La zona, se ha tornado “caliente” donde la inseguridad domina el espectro, mucho más de noche y del lado gerliano donde además algunos barras se han enfrentado. Como si fuera poco, la jurisdicción policial también presenta dudas al respecto.
Entonces, con varios casos donde vecinos quedaron acorralados y un joven recibió una cuchillada en uno de las tantas emboscadas, hasta hay remiseros que no quieren pasar por los Siete Puentes, más si llevan pasajeros con cargas de mercaderías adquiridas en un hipermercado cercano a la comuna de Avellaneda por la calle Güemes.Aunque no sólo los remiseros tienen miedo, los colectiveros están en la misma, y son varias líneas las que circulan por el lugar.
“‘Ya sufrimos varios asaltos y nos cuesta pasar por allí”, comentó un chofer de la línea 85, pero no más allá de eso porque en definitiva, tienen obligación de cumplir el recorrido y hasta tienen una parada en la curva antes de la bajada hacia Gutemberg.