Después de casi 30 años de luchar por recuperar el edificio que Celedonio Flores y la empresa Zur Zapiola habían donado a la Sociedad de Fomento Claypole para que funcione una sala de primeros auxilios, los vecinos de la ciudad pudieron ver concretado su sueño, luego de que el Municipio de Almirante Brown comprara el inmueble y anunciara que lo pondrá al servicio de la comunidad.
Desde la gestión del intendente Mariano Cascallares remarcaron que luego de un trabajo muy importante, encarado con los vecinos, se logró adquirir esta propiedad, ubicada en Félix Loria y Domingo Salaberry, con el objetivo de ponerlo a disposición de los vecinos luego de casi tres décadas de abandono y de haber permanecido usurpada durante varios años.
"Se trataba de una demanda histórica y ahora podemos comenzar a transformar a este edificio emblemático en un espacio comunitario al servicio de los vecinos de Claypole", remarcó el secretario de Gobierno de Almirante Brown, Nicolás Jawtuschenko.
El inmueble es considerado desde su fundación, el 20 de marzo de 1932, un núcleo comunitario histórico ya que a lo largo de las distintas décadas funcionaron allí distintos espacios de encuentro como la Sociedad de Fomento y Primeros Auxilios Salaberry, una biblioteca, una comisaría, una sede de la Escuela Técnica local, un centro cultural y hasta una Sala de Primeros Auxilios en la que nacieron vecinos y vecinas.
Fue la Junta de Vecinos Independientes de Claypole (JUVEICLA) la que mantuvo en agenda este reclamo a lo largo de todas las gestiones municipales. Así, recordaron que el entonces intendente Darío Giustozzi les había prometido que sacaría a los intrusos y recuperaría el centro asistencial, pero después de conseguir su reelección se olvidó del problema.
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La historia comienza en 1932, cuando la firma Zur Zapiola y Celedonio Esteban Flores donaron el inmueble a la Sociedad de Fomento de Claypole, hoy desaparecida. Allí funcionó primero la Sociedad de Fomento y Primeros Auxilios Salaberry, que fue presidida por el poeta, letrista y ciudadano ilustre local.
Luego fue utilizado para diversas actividades sociales y comunitarias hasta que en la década de 1990 comenzó una importante debacle que terminó con el edificio abandonado y con un deterioro funcional y administrativo que se extendió durante casi 30 años.
A raíz de esta situación, la recuperación del lugar se transformó en un reclamo incesante de la comunidad, motivo por el que fue declarado, primero, Patrimonio Histórico de Almirante Brown, luego de utilidad pública por su valor histórico y finalmente adquirido por el gobierno browniano.
Una de las propuestas es ahora conformar una mesa de trabajo constituida por el Municipio de Almirante Brown, instituciones y vecinos de la localidad para que, entre todos, se piense en proyectos e iniciativas para el lugar.
Cabe recordar que la primer intención de los vecinos que volviera a funcionar un centro de salud, teniendo en cuenta las necesidades de las más de 50 mil personas que viven en la localidad.