El desafío es ni mas ni menos no descender a la B Metropolitana, el mismo objetivo de Atlético Rafaela, con quien comparte la última posición con 29 puntos. Un triunfo lo salvará y una igualdad puede llevarlo a un encuentro de desempate.
El año que transitó Brown de Adrogué estuvo plagado de pálidas y con el desafío de evitar el descenso a la B Metropolitana. Este fin de semana tendrá el último capitulo de la Primera Nacional y se jugará a todo o nada.
Este sábado a partir de las 15.05 se definirá su destino. La Zona B estará involucrada en conocer el destino de todos: de aquel que se quedará con el primer lugar y jugará la final por el ascenso a Primera contra San Martín de Tucumán, qué otros se meterán en el Reducido y quién bajará a la Primera B, sumado a otro que tendrá que jugar el desempate. Aunque mucho se habló en las últimas semanas sobre la reestructuración del fútbol argentino, de momento hoy la realidad lo enfrenta al Tricolor y a Atlético Rafaela, en conocer cuál de los dos sufrirá el castigo.
Desde lo numérico ambos tienen 29 puntos y por lo explicado en el reglamento la diferencia de gol no será un ítem a tener en cuenta, pero hubiera sido una situación condenatoria para el elenco de la región, que tiene 10 goles menos en su marca. El Tricolor visitará a Nueva Chicago en Mataderos, uno de los que tiene chances de ser finalista y la Crema irá a Río Cuarto para medirse ante Estudiantes, que se quedó sin posibilidades de acceder al Torneo Reducido.
Todo saldrá a cara o cruz. Y los dirigidos por Jorge Vivaldo intentará que la moneda caiga a su favor. En caso de que alguno gane y otro no, evitará bajar de forma directa. Mientras que en caso de igualdad de resultado, se jugará un desempate, para que el ganador acceda a la reválida ante el anteúltimo de la Zona A.
Para el cruce ente tricolores y toritos, el juez designado es Hernán Mastrángelo, en tanto que estará secundado por Pablo González y Andrés Barbieri y el cuarto árbitro será Wenceslao Meneses.