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El piloto banfileño se quedó con un sabor agridulce luego de su paso por Rosario. En la primera de las pruebas cerró su participación con un 17º puesto, mientras que en la segunda debió abandonar por problemas mecánicos.
Una de cal y una de arena para el banfileño Javier Manta en la cuarta fecha del Campeonato Argentino y Sudamericano de Súper TC 2000, desarrollada en el Autódromo Municipal de Rosario, ya que en la final sabatina pudo completar toda la carrera con su 17º puesto, al tiempo que el domingo no pudo dar la totalidad de los giros, con el Chevrolet Cruze del JM Motorsport.
El único representante de la región en la categoría, al menos por esta fecha, mantuvo un rendimiento irregular con el auto, dado que debió luchar, el sábado con la lluvia, y el domingo con ciertos contratiempos.
“Estar ausentes en la carrera de Mendoza nos sirvió para alistar un auto contundente para Rosario y eso se vio en la primera carrera, donde pudimos tener un ritmo constante. En la segunda, ya no fue lo mismo y luchamos con problemas mecánicos, solo dimos tres vueltas”, señaló Manta.
El corredor de Banfield ponderó además la participación como tester del capitalino Jonathan Baldinelli, quien se dio el gusto de girar en el Cruze por una fracción de minutos en el trazado rosarino: “Lo hizo muy bien, conoció todas las características de este auto y se sintió cómodo, cumplió un sueño. Ojalá vengan muchas pruebas más”.
Cabe destacar que la Escudería FE no se presentó a esta fecha del Súper TC 2000, dado que Ruben y Alessandro Salerno, los que llevan adelante el equipo, viajaron a Alemania para participar el próximo fin de semana de las míticas 24 Horas de Nürburgring, al ser una de las delegaciones argentinas.