"Animados por la esperanza, compartamos la fe" fue el lema que guió la actividad que se desarrolló en la parroquia Nuestra Señora de la Merced. Monseñor Lugones presidió la misa de cierre.
Más de 500 jóvenes de Lomas de Zamora participaron de la Jornada de la Vicaría de la Ribera 2024 (JVR), una de las cuatro zonas pastorales que tiene la Iglesia diocesana, que se realizó en el barrio de Santa Marta, bajo el lema "Animados por la esperanza, compartamos la fe".
En la Escuela Primaria 65, lindante a una capilla de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, los chicos realizaron diversas actividades, compartieron momentos de oración y adoración al Santísimo, trabajos en grupos y testimonios. Cabe recordar que la JVR nació hace 14 años, y es la versión local -en este caso de la Vicaría de la Ribera- de la Jornada Mundial de la Juventud, que la Iglesia celebraba a fines de noviembre, en la Fiesta de Cristo Rey.
El párroco José Andrés Aquino se refirió a la alegría en el servicio, y también, en clave vocacional, hizo mención a las "invitaciones-llamados" del Señor. Por su parte, la hermana Laura Sánchez, de la congregación Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, compartió una charla sobre la esperanza, la cual "no está relacionada con el éxito, ni el positivismo, ni el activismo, sino con la confianza en Dios", manifestó.
En tanto, el presbítero Andrés Vallejos, formador del seminario De la Santa Cruz, trató el tema del amor en sus diferentes manifestaciones, y dio testimonio sobre su propio camino vocacional. En ese sentido, invitó a los jóvenes al grupo de discernimiento vocacional Tiberíades. En el Parque Municipal Eva Perón se llevó a cabo la misa de cierre, que fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones.
Por otra parte, desde el Obispado lomense informaron que con la presencia de una reliquia de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las Misiones, se celebró la Jornada de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). La misma tuvo como lema "Vayan e inviten a todos al banquete" (Mateo 22, 9), e incluyó también la celebración de bautismos en el barrio de la capilla Santa Rosa de Lima, que depende de la parroquia Asunción de María.
Al celebrar la misa, monseñor Lugones señaló que "la rezamos para que todos los pueblos puedan conocer la palabra de Jesús. La palabra de Jesús se llama Evangelio, y quiere decir ´buena noticia´", y animó a los presentes a "enseñar a otros niños el Evangelio de Jesús". Al final, con el relicario en la mano, el obispo pidió que "por intercesión de Santa Teresita, Jesús conceda a todos un corazón misionero, para que podamos anunciar con alegría el Evangelio".