Los teléfonos móviles han evolucionado de llamadas y mensajes de texto a dispositivos inteligentes portátiles capaces de realizar tareas que antes se confiaban a computadoras, característica que los transformó en un objetivo de interés para los ciberdelincuentes, quienes apelan al malware -tipo de software que realiza acciones dañinas y sin el conocimiento del usuario- para robar información.
Toda esa riqueza de datos que contienen estos dispositivos pueden ser vendidos en la dark web o para cometer robo de identidad y fraude.
Con Android como el sistema operativo que ocupa la mayor parte del mercado de smartphones, expertos en ciberseguridad analizan cómo puede infectarse un teléfono:
-Mediante aplicaciones de mensajería, SMS o redes sociales se envían mensajes de phishing que contienen enlaces o archivos adjuntos maliciosos. Una vez que la víctima descarga el el archivo adjunto y lo instala en su dispositivo, ese malware permite a los actores maliciosos llevar a cabo sus acciones maliciosas.
-En sitios fraudulentos, donde los ciberdelincuentes se hacen pasar sitios de marcas u organizaciones conocidas e incluyen enlaces maliciosos para la descarga de malware en el dispositivo.
-Aplicaciones falsas que se hacen pasar por apps legítimas. De esta manera los atacantes logran que víctimas desprevenidas descarguen en sus dispositivos programas malicioso como keyloggers, ransomware o spyware disfrazados de apps de seguimiento de fitness o aplicaciones de criptomonedas. Estas aplicaciones generalmente se difunden a través de tiendas de aplicaciones no oficiales.
Otra señal de que puede haber un código malicioso en el teléfono es que las aplicaciones que anteriormente funcionaban bien comienzan a exhibir un comportamiento extraño.
Esto incluye iniciarse repentinamente, cerrarse o fallar por completo y mostrar errores inesperados.
Sin embargo, esto no se limita solo a las aplicaciones: es posible que el smartphone y su sistema también comienzan a actuar de manera extraña.
Por otro lado, un signo de que se descargó un malware en un teléfono incluye que el usuario o sus contactos reciban llamadas o mensajes extraños, o que el historial de llamadas y mensajes de texto incluyan registros extraños y desconocidos, ya que algunos tipos de malware intentan hacer llamadas o enviar mensajes a números internacionales premium.
También, hay señales más evidentes, por ejemplo: si un teléfono Android fue comprometido con un ransomware simplemente se bloqueará.
Una vez que se confirme que se descargó un malware en el smartphone, es necesario identificarlo y eliminarlo.
Por ejemplo, en el caso de aplicaciones del tipo adware, que son generalmente los responsables de las ventanas emergentes con publicidad invasiva y molesta, se puede identificar qué aplicación es la responsable de esta actividad abriendo el menú de aplicaciones recientes en el teléfono y manteniendo presionando el icono de la aplicación.
Para ilustrarlo, por ejemplo, si una ventana emergente bastante molesta desplega anuncios, se deben abrir las aplicaciones recientes y puede que la aplicación tenga un ícono completamente negro. Luego, se presiona prolongadamente el ícono, se echa un vistazo a los permisos y se la desinstala.
-Aparece un anuncio emergente en la pantalla completa
-Al tocar el botón/menú de aplicaciones recientes, se muestra la aplicación responsable de mostrar el anuncio.
-En este caso, la aplicación tiene un icono negro sólido, lo que hace que sea menos obvio dónde hacer clic.
-Luego de mantener presionado ese icono, se accede a la información de la aplicación, se inspecciona sus permisos, etc. y se la desinstala.
Cuando se trata de mitigar las posibilidades de que un dispositivo se vea comprometido por malware, existe una combinación de pasos preventivos y proactivos para mantener a salvo de las amenazas:
-Actualizar tanto el Sistema operativo como las aplicaciones, tan pronto como estén disponibles las últimas versiones.
-Realizar backup de los datos y guardar esta copia de seguridad de forma segura. Será de gran ayuda en caso de que el dispositivo se vea comprometido.
-Para protegerse de la mayoría de las amenazas, utilizar una solución de seguridad móvil que tenga un historial comprobado de buena reputación.
-Descargar aplicaciones solo de las tiendas oficiales Google Play y App Store, y siempre asegurarse de verificar las opiniones, tanto de la aplicación como de su desarrollador.
-Tener en cuenta las tácticas comunes que utilizan los ciberdelincuentes para infiltrarse y comprometer los dispositivos.