La Eyecam, el nombre de esta cámara, va fijada en la parte frontal del monitor de la computadora, mientras que mira a izquierda y derecha e incluso parpadea mientras rastrea la cara de los participantes en una videollamada.
Lo más llamativo es que su aspecto es de un impresionante realismo, que reproduce las arrugas de la piel, los pelos individuales que componen las cejas y las venas rojas en la parte blanca del ojo.
Su diseño sigue el modelo de la anatomía humana y se completa de tres partes principales: la capa de la piel, el sistema musculoesquelético y el globo ocular.
LA PALABRA DEL CREADOR
"Cuando Eyecam mira hacia arriba, el párpado superior se abre ampliamente mientras que el inferior se cierra por completo", comentó Teyssier.
"Eyecam puede ser autónoma y reaccionar por sí sola a estímulos externos, como la presencia de personas frente a la cámara", agregó el francés.
"Mientras las cámaras web comparten el mismo propósito que el ojo humano, no son expresivas, no transmiten afectividad como lo hacen los ojos humanos. A través de la mirada, podemos percibir la felicidad, la ira, el aburrimiento o la fatiga", explicó el experto. "Eyecam trae de vuelta los aspectos afectivos del ojo en la cámara", describió.
El inventor asegura que la intención del proyecto es reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la tecnología en un mundo en el que vivimos rodeados de sensores, cámaras de vigilancia, altavoces inteligentes y otras tecnologías cada vez más invisibles.
"Esta cámara antropomórfica enfatiza los riesgos potenciales de ocultar las funciones actuales de los dispositivos y desafía el diseño de los dispositivos convencionales", concluye Teyssier.