El cinturón de castidad Qiui Cellmate Chastity Cage es uno de los más famosos en el mercado norteamericano, pero su miles de usuarios tienen un motivo para estar más que preocupados: los hackers pueden tomar el control de este dispositivo de manera remota y cerrarlo para siempre.
Así lo descubrieron investigadores de la firma especialista en seguridad Pen Test Partners, que afirmaron que mediante un bug en presente en el aparato se puede provocar esta falla.
Cabe destacar que el Qiui Cellmate Chastity Cage posee tecnología Bluetooth, que a su vez generan una puerta trasera para explotar e “impedir que el candado se abra, bloqueando permanentemente al usuario en el dispositivo”.
El inconveniente adquiere dimensiones mayores al analizar que este particular cinturón de castidad no está equipado con apertura manual.
Para abrirlo se debe recurrir a una herramienta de fuerza, algo que ninguna persona querría cerca de sus genitales.