• El señor del anillo abandonó. Peor la pasó Norberto Oyarbide. Llegó al estadio acompañado por un nutrido grupo de guardaespaldas y en el ingreso a la pista pasó desapercibido. Hasta que se paró para saludar a Guillermo Francella, la gente lo reconoció y comenzó una ola de insultos como la que puede apreciarse en el video. "Tranquilos, tranquilos", les decía a sus hombres. Durante el juego, cada tanto bajaba desde la tribuna una alusión al juez federal. Por ejemplo: "¡Delpo, apuntale a Oyarbide!". El señor del anillo optó por abandonar el estadio antes del comienzo del tercer set.
• Mi (ex) cuñado. Entre
los famosos que se acercaron al Pipa Tigre destacó la presencia, pero sobre todo la
hermandad, de Claudia Villafañe y Lalo Maradona, quienes arribaron juntos al lugar y compartieron la noche de tenis en uno de los palcos. En el mismo grupo se encontraba la jugadora de Las Leonas Noel Barrionuevo.
• Su Majestad… JMDP. Del Potro estaba palo y palo con Federer, cuando un tiro se le fue largo y alguien del público gritó: "No importa, Delpo, después la Su te consuela". Susana se tapó rápidamente el rostro en señal de vergüenza y el tandilense se le acercó para decirle algo que, lógicamente, resultó inaudible para el resto de los presentes. Después, otro ocurrente espectador le pidió a la diva de los teléfonos que "entregara" a su hija Mecha, quien estaba sentada a su lado.
• "Tiger, we have a problem". Un sector de la tribuna se hundió diez centímetros y como consecuencia debieron ser desalojadas por los bomberos unas 180 personas, por prevención. A los damnificados se les prometió que serían reubicados pero algunos de ellos todavía aguardaban afuera –con indisimulables gestos de fastidio- cuando los jugadores ingresaban a la cancha. Por cierto, lo hicieron con una hora y media de retraso. En ese lapso, corrió por el sector de prensa una versión que preocupó a todos: los encargados de seguridad planeaban suspender el show por falta de garantías. La alarma fue desactivada minutos después.
• Afuera, mucho mejor. Más allá de que el acceso a Tigre fue dificultoso -20 mil personas + hora pico-, y que algunos estacionamientos lindantes al estadio aumentaban fugazmente sus tarifas (uno pasó a cobrar $80 la estadía, cuando la lista de precios publicada a la vista de todos indicaba que costaba exactamente la mitad), vale destacar que, tal como se anunció en la previa, en varias cuadras a la redonda no se vio un solo "trapito". En cambio, los conductores eran recibidos por asistentes que, luego de ayudarlos a estacionar, les entregaban un sobre invitándolos a una "contribución voluntaria".
• Gabi y Manu, arriba en el aplausómetro. El bache que surgió por el problema en la tribuna fue parcialmente llenado por un video en el que distintas personalidades del deporte saludaban a Del Potro y a Federer. Aunque se oía poco y nada lo que decían, la sola imagen de los ídolos bastaba para encender la participación del público. Sabatini y Ginóbili fueron los que más aplausos cosecharon, seguidos por Vilas –ya había sido recibido con calidez en el aperitivo de la exhibición ante Clerc- y Maradona, quien se despachó con un largo monólogo. Luciana Aymar y Pichot completaron la lista.
• Amistoso pero en serio. Muchas veces, las exhibiciones de tenis muestran a los jugadores relajados por demás y, entre broma y broma, el nivel de juego cae a límites insoportables. Federer y Del Potro no serán todo lo graciosos que puede resultar Djokovic, pero jugaron a la altura de lo esperado y fueron oportunos y medidos a la hora de interactuar con el público. Así, Roger devolvió reverencias frente a las innumerables muestras de afecto –por cierto, posee un magnetismo portentoso-, invitó a las cuatro tribunas a gritar más fuerte y hasta mostró su puntería al entregar desde lejos varias pelotas a las manos de un mini ball boy. Y Juan Martín se bancó como un duque la excepción de ser visitante en su propia tierra.