Un resultado inesperado deparó la edición 2022 del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1-2400 metros) disputado este sábado en el hipódromo de San Isidro. Estaban reunidos casi todos los mejores fondistas del país, tanto los adultos como los tresañeros y la victoria terminó siendo para The Punisher (Cityscape), uno de los menores que no era el más indicado en las pizarras -abonó $ 22,70- pero ganó a lo guapo la carrera más importante de la hípica nacional.
Y la alegría fue doble para el stud Haras El Ángel de Venecia, que en 2021 había ganado esta prueba con Village King y esta vez repitió, algo muy poco frecuente en nuestro turf. Y además volvieron a festejar el jinete Martín valle y el entrenador Carlos Daniel Etchechoury, que una carrera antes se había llevado la Copa de Plata (G1), en este caso asociado con Brian Enrique.
El vencedor vino sexto durante gran parte del trayecto, se puso quinto al pisar el codo y de los 300 a la raya, cuando ya había dominado, sostuvo una lucha mano a mano con El Musical, que, conducido por Juan Cruz Villagra, dio batalla pero terminó cayendo por tres cuartos de cuerpo al cabo de 2'24"47/100, un buen registro para las veinticuatro cuadras.
Fue la tercera victoria del nieto de Orpen, la primera de corte jerárquico. Dio un sartenazo de proporciones en una carrera muy pero muy brava en la que lamentablemente se lastimó el favorito Durazzo, que cruzó al tranco después de amagar al pisar la recta bien abierto. También falló Niño Guapo, ganador del GP Nacional (G1), que no se sintió cómodo en el pasto.
En la Copa de Plata (G1-2000 metros) sorprendió Joy Neverland, una hija de Fortify que abonó 25,55 pesos por cada uno apostado tras lanzar una violenta atropellada que le permitió llegar al disco con tres cuerpos de ventaja sobre Milagrosa Sureña al cabo de 1'56"69/100, nuevo récord para la distancia que se forjó, en gran parte, por el ritmo vertiginoso que impuso Super Shine, tercera en el final.
Brian Enrique condujo a la pupila de Carlos Daniel Etchechoury, que venía de imponer condiciones en un Hándicap sobre estos mismos tiro y pista, pero aquí dio un gran salto de calidad para sumar su cuarto triunfo, tercero en el terreno jerárquico. Pertenece a la caballeriza La Raya.
En el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1-1600 metros) la victoria quedó en poder del invicto Satu, que, bajo la batuta de Eduardo Ortega Pavón, salió al frente y resistió hasta el final para dejar segundo a medio cuerpo Santo Dios, conducido por Brian Enrique, al cabo de 1'30"90/100, también bajando el récord para la distancia en una pista que estaba voladora.
De esta manera, el pensionista de Nicolás Martín Ferro estiró su foja inmaculada que ahora cuenta con tres victoria, está última la primera de tinte jerárquico. No sintió el cambio de categoría el hijo de Catcher in the Rye, que venía de imponerse en la de ganadores de una por nada menos que 20 cuerpos.
En el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1-1000 metros) el triunfo le correspondió a Just On Time, que al mando de Rodrigo Bascuñán derrotó por un cuerpo a Jumpy Spring en 54"90/100 en un cotejo que perdió al gran favorito Labrado, que antes de largar se escapó de gateras y debió ser retirado. Luthier Blues, el enemigo, finalizó cuarto a tres largos del vencedor.
Rodrigo Bascuñán condujo al hijo de Hurricane Cat que es entrenado por Ángel Cámpora y alcanzó la cuarta victoria de su campaña, la primera dentro del terreno jerárquico y nada menos que en la carrera más importante para velocistas sobre césped.