El Palmar: verdadero tesoro en el centro entrerriano

Alrededor de esta palmera crece un arbusto denominado la chilca y hierbas de floración notable como verbenas y margaritas.

En cuanto a la fauna del lugar, si bien es variada, las especies que prevalecen son pájaros carpinteros, ñandúes y perdices, en tanto que el zorro de monte y la vizcacha representan al grupo mamífero.

Este parque fue creado en 1966 teniendo como objetivo esencial poner a buen recaudo uno de los últimos palmares de yatay, que hasta fines del siglo pasado proliferaba en abundancia sobre la zona oriental de Entre Ríos y que poco a poco fue menguando. Pero su amparo también se hizo extensivo sobre otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.

Su pintoresco paisaje poblado de palmeras, los bosques en galería que bordean las márgenes de los ríos y la abundancia de la fauna silvestre, encarnan el imán irresistible que atrae al viajero. También hay miradores dispuestos para el perfecto avistaje de aves y una extensa playa, ideal para la época estival.

Cercano al camping se extiende el área del monte xerófilo, una formación densa y baja, donde crecen molles, espinillos y ñandubayes. Numerosos arbustos son entrelazados por enredaderas de distintas especies, como la pasionaria y la mburucuyá, siendo precisamente entre esta vegetación donde suelen divisarse zorros de monte. También es el hábitat de los cachalotes castaños y de las cotorras.

Durante el día, en las épocas de verano, se dejan ver los lagartos overos que salen de sus cuevas para asolearse, en los mismos sitios que durante la noche ocuparán las vizcachas, en carácter de protagonistas nocturnas.

De los distintos arroyos que surcan el parque, los más importantes son El Palmar y Los Loros, elegidos especialmente por el carpincho -el roedor más grande del mundo-, el lobito de río y el coipo como hábitat, junto con el biguá y los martín pescador.