Los bosques de araucarias o pehuenes que se suceden a lo largo de la Ruta del Pehuén, integrada por las localidades neuquinas de Copahue-Caviahue, Aluminé y Villa Pehuenia-Moquehue, deslumbran con sus formas, colores y aromas en un paisaje surcado por arroyos, ríos y montañas que invitan al visitante a la aventura de realizar distintas actividades como Rafting, kayak, trekking y cabalgatas, entre muchas otras.
La infraestructura en la zona está preparada para que en cualquier época del año lleguen los turistas, como confirmó el coordinador de la Ruta, Guillermo Cardone, quien destacó que “Aluminé, con una población de 15.000 habitantes, posee 800 plazas hoteleras; la capacidad de hospedaje en Cavihaue es de 2.000 camas, un poco más que el número de habitantes que son 1.800 vecinos; mientras que Villa Pehuenia tiene 2.500 camas y 2.800 vecinos”.
Por supuesto, el gran protagonista de la zona es el Pehuén, que le otorga el nombre a la Ruta, un árbol milenario que da piñones comestibles y que con sus ramas en dirección al cielo son un espectáculo de extraordinaria belleza escénica.
Además de las actividades de aventura descritas más arriba, en la zona es posible la práctica del turismo comunitario en las variadas comunidades mapuches, la pesca deportiva, el senderismo y por supuesto, y como marca registrada, los baños termales a cielo abierto en aguas cálidas y saludables.
En todos los poblados se ofrecen distintos tipos de alojamiento, desde hoteles de gran categoría como los que hay en Caviahue, hasta campings más rupestres para los amantes de la naturaleza en estado puro, y el transporte, la gastronomía típica de la zona y el esparcimiento están asegurados.
Cardone detalló, en cuanto a la gastronomía, que las ofertas son bien variadas, pudiéndose encontrara “pizzerías, restaurantes y rotiserías que deben cumplir con el Sello de Calidad Gastronómico Neuquino, por el que deben cumplir con varios estándares de calidad y precio además de ofrecer productor típicos de la zona como manzanas, ciervo, jabalí, trucha, corderos y chivos”.
Además, y haciendo honor al producto milenario que alimentó por generaciones a los pueblos originarios de la zona, “acá se venden harinas de ese fruto de la conífera americana, el Pehuén, con el que se hacen alfajores, dulces y café, sin cafeína”, precisó.