De acuerdo a los especialistas, la gran mayoría de las consultas por trastornos de ansiedad se reciben por parte de las mujeres, lo cual tiene diversas causas, como las hormonales, una mayor carga de responsabilidades simultáneas como el hogar, los hijos y la profesión, mayor predisposición genética a padecer dichos cuadros y más permiso social para expresar lo que emocionalmente sienten incluidos los temores.
Durante la última década, se han hecho conocidos casos de trastornos de ansiedad que se han registrado en la sociedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, el obsesivo-compulsivo, las fobias, trastornos por ansiedad social y por estrés postraumático.
En el caso de la ansiedad social, las características esenciales del cuadro son el temor a ser evaluado negativamente, rechazado o burlado y van acompañadas de síntomas físicos y psíquicos como ruborización, intensa sudoración, taquicardia.
Siendo que los trastornos de ansiedad van evolucionando hasta incapacitar a quien los sufre, es por esto mismo que son las mujeres quienes más consultan con el especialista, ya que poco a poco les va impidiendo realizar sus tareas habituales, como movilizarse solas, trabajar, estudiar y relacionarse con los demás.
Es así como todo el entorno se ve afectado por la incapacidad que impone el trastorno y son las mujeres quienes más rápido consultan, ya que hoy en día se torna difícil no cumplir con sus tareas habituales considerando que son ellas quienes asumen el mayor número de roles.
Hay que tratarlos, ya que con un trastorno de ansiedad es imposible vivir. Ninguno permite el curso normal de la vida y la persona no puede solucionarlo sola, debe recurrir a la ayuda profesional.
SíntomasEl síntoma fundamental de la ansiedad, que es persistente en el tiempo, dura varios meses, sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades, como el rendimiento laboral o escolar, no estando restringida a una situación en particular, como en las fobias, o presentándose exclusivamente en forma de crisis.
El estado de ansiedad es casi permanente si no se trata, oscilando levemente durante el transcurso del día y afectando la calidad del sueño.
La ansiedad está asociada muy frecuentemente a preocupaciones excesivas. Por ejemplo, miedo a que algún familiar cercano o la misma persona que sufre este trastorno pueda tener un accidente, enfermarse o morir.
A la persona le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación.. Algunos síntomas son los siguientes:
Nerviosismo, inquietud o impaciencia.
Fatigabilidad ,cansancio fácil.
Dificultad para concentrarse o poner la mente en blanco.
Irritabilidad.
Tensión muscular, temblor, cefalea, movimiento de las piernas e incapacidad para relajarse.
Alteraciones del sueño, dificultad para conciliar, mantener el sueño o sensación al despertarse de no haber descansado bien, sueño no reparador.
Sudoración, palpitaciones o taquicardia, problemas gastrointestinales, sequedad en la boca, mareos, hiperventilación.
La ansiedad y la preocupación a los síntomas físicos provocan un malestar significativo o deterioro en las relaciones familiares, sociales, laborales o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
Es importante además descartar que los síntomas de ansiedad no sean debido a la ingesta de algún tipo de sustancia como cafeína, anfetaminas o alguna enfermedad como el hipertiroidismo.
Existen muchas causas que pueden provocar ansiedad en forma secundaria. La principal causa de fracaso terapéutico es la falta de diagnóstico o un diagnóstico incorrecto.
Cuestión de proporción
Muchos hombres también sufren de ansiedad, pero en menor proporción que las mujeres. Incluso esta condición es más difícil de detectar en ellos, pues se ocupan obsesivamente de su trabajo.
La ansiedad es un tipo de enfermedad psíquica que puede ser muy perniciosa en el desarrollo de la vida diaria y que de hecho puede derivar en enfermedades mentales.
¿Desde chicos?
Muchos individuos con trastornos de ansiedad generalizada se consideran ansiosos o nerviosos de toda la vida, aunque más de la mitad de los que acuden a la consulta manifiestan que ya los tenían de la infancia.