Con el comienzo de la estación primaveral nos sentimos con más energías, más positivos, contentos y recordamos aquel dicho popular de “la primavera la sangre altera” con una sonrisa. Pero ¿que es lo que realmente nos sucede?
La explicación es pura química: la primavera favorece la liberación de hormonas tan conocidas como la oxitocina (hormona del amor), la dopamina (hormona del placer y la motivación), la serotonina (estado de ánimo), la noradrenalina (alivia el estrés) o las feromonas (las hormonas de la atracción). Todas ellas, en su conjunto influyen en que nuestro estado de ánimo sea más ventajoso y que sintamos un mayor deseo sexual.
El repunte de las hormonas relacionadas con la atracción sexual gracias al aumento de la luz y de la temperatura en el ambiente, provoca cambios en la floración, la polinización y la presión atmosférica, lo que a su vez conduce a desajustes en nourotransmisores y hormonas del ser humano. El hecho de pasar más tiempo fuera de casa y llevar un vestuario más ligero son dos características que ayudan a que sintamos ese incremento en el deseo sexual.
Son varios los factores que se suman en esta época: el clima y la temperatura son más agradables, el sol sale más a menudo y eso nos pone a todos de mejor humor. Varios estudios demuestran que, en estas condiciones, las personas tienden a enamorarse más en primavera.
El clima cálido, las flores y el paisaje que se vuelve más atractivo nos ponen de mejor humor, con más ganas de salir y disfrutar; pero ésto solo no convierte a la primavera en la estación del amor, es que los científicos han demostrado que la causa del amor que experimentamos durante esta estación se debe a la dopamina.
La dopamina es un químico natural que usa nuestro cerebro para hacerlos querer determinadas cosas y si bien hay otros sistemas involucrados en la experiencia del amor, la dopamina es la principal causa.
Con mucha dopamina en nuestro sistema estamos más preparados y es más probable que nos enamoremos profundamente. La dopamina hace que nos sintamos con más energía, motivados y dispuestos a asumir determinados riesgos.
Hay muchos estímulos que impulsan el cerebro y generan dopamina y estos estímulos tienen que ver con los colores e incluso la vestimenta que deja ver más piel. Todos estos estímulos impulsan al cerebro a generar dopamina y estos estímulos se dan más sobre la primavera y ocasionan que estemos más susceptibles al amor. Es por eso que durante esta estación, nuestro cerebro se convierte en una fábrica de dopamina y nos volvemos adictos al amor.
De cualquier manera, a todo el mundo no le afecta de igual modo la llegada de esta estación, ya que dentro de esta faceta positiva o euforia primavera también se encuentra la faceta más negativa o astenia primaveral, que provoca a los que la sufren tristeza, fatiga o incluso insomnio.i